
El siguiente artículo ha sido redactado por la periodista Anna Pinter y publicado en el diario L'Econòmic. Desde MYC Facility Industrial, queremos expresar nuestro agradecimiento tanto a Anna como a todo el equipo del diario por el interés, la profesionalidad y por dar voz a iniciativas como la nuestra.
Le compartimos la entrevista completa:
Entrevista en : L´Econòmic
La compañía, creada en 2022, está estandarizando procedimientos y la documentación de buenas prácticas.
Aunque parece invisible, uno de los eslabones fundamentales para que una planta industrial funcione es el servicio de mantenimiento. Un servicio habitualmente poco reconocido, que, durante décadas, se ha optado por externalizar y desinvertir. En este contexto, nace MYC Facility Industrial, una empresa con sede en Barcelona que apuesta por poner orden donde el desorden técnico se ha vuelto crónico.
"Hay fábricas en las que el departamento de mantenimiento vive completamente aislado. No hay liderazgo, no hay procesos documentados y todo depende de la memoria de un técnico que hace veinte años que soluciona problemas sobre la marcha -explica de dos décadas de experiencia en el sector–. Nosotros no vendemos horas de mano de obra, sino estructura. Y la estructura no es algo que se vea, pero es lo que hace que todo lo demás funcione.
Valera, que ha trabajado durante años en cargos directivos de mantenimiento en empresas industriales de varios sectores, identificó un patrón que se repetía: el mantenimiento sufre falta de recursos y una ausencia generalizada de modelos organizativos sólidos. "Cuando una empresa crece, normalmente refuerza ventas, logística o producción. El mantenimiento queda relegado. Es extraño que tenga un liderazgo definido y todo ello acaba siendo una fuente de conflictos internos."
MYC nació, precisamente, para dar respuesta a esta realidad generada. Con una estructura ligera pero muy técnica, la empresa se define como socio de reorganización del mantenimiento. No hacen mantenimiento operativo de manera permanente, sino que entran para detectar disfunciones estructurales, proponemos soluciones organizativas y acompañan en la implementación de los sistemas que puedan ser.
"Nuestro trabajo es temporal, pero profundo -explica Valera-. Vamos a planta, nos integramos con el personal técnico, los escuchamos, identificamos puntos críticos, revisamos la información disponible y proponemos un cambio de modelo, Trabajamos sobre procesos, personas y herramientas.Cuando salimos , dejamos un equipo más autónomo, una estructura más clara y un entorno más seguro.”
Aunque el mantenimiento puede variar mucho según el tipo de instalación, MYC ha constatado que los problemas de fondo son habitualmente parecidos. “Los sectores en los que estamos trabajando son diferentes –alimentación, industria farmacéutica, automoción, electrónica, cable, plástico, etc.–, pero lo que nos encontramos a menudo es una misma falta de visión estratégica del mantenimiento”, resume Valera.
Entre los clientes de MYC hay nombres como Top Cable, fabricante de referencia en el sector eléctrico, y la compañía de embalajes Derprosa, del grupo internacional Taghleef Industries. También han intervenido en plantas de Adient, multinacional alemana especializada en asientos para el automóvil, y en empresas del sector del embotellado, la madera, el metal y los componentes electrónicos.
En uno de los casos, MYC ayudó a transformar completamente un departamento de mantenimiento que operaba sin ningún sistema de gestión informatizada. “Pasaron de anotar las reparaciones en libreta a tener un GMAO en funcionamiento, con gestión de inventario, comunicados de trabajo, órdenes preventivas y cuadros de mando para el responsable técnico”. El resultado no sólo fue una reducción de las paradas no planificadas, sino también un aumento de la moral del equipo y una mejor comunicación con la dirección.
La propuesta de MYC se basa en una metodología propia que combina el conocimiento técnico con herramientas de gestión del cambio, liderazgo y formación. "No nos limitamos a hacer un informe. Nos arremangamos y nos ponemos al lado de los técnicos. Si es necesario, trabajemos turnos de noche o fines de semana. Lo que queremos es entender el sistema desde dentro y ayudar a transformarlo", dice Valera.
Por eso, la empresa trabaja con perfiles híbridos: ingenieros que conocen la tecnología, pero también la realidad de planta. Además colaboran con especialistas en organización, seguridad, formación y digitalización para adaptarse a la especificidad de cada cliente. Aunque la empresa tiene un equipo técnico altamente calificado, su estructura real se basa en un núcleo central muy reducido acompañado de una red de colaboradores externos especializados en mantenimiento, digitalización y formación. Esta fórmula les proporciona la flexibilidad y capacidad técnica suficientes para abordar proyectos complejos manteniendo costes operativos bajos y una gestión ágil.
MYC prevé cerrar el próximo año con una facturación próxima al millón de euros, una cifra que representa un crecimiento significativo respecto a los inicios.
El exitoso proceso de despegue de MYC se explica porque no son una ingeniería convencional, ni una empresa de servicios. Son, más bien, una UCI organizativa para plantas que necesitan recuperar control, eficiencia y seguridad.
Pero más allá del negocio que genere MYC, Carles Valera confiesa tener una ambición de fondo: contribuir a dignificar el mantenimiento como área estratégica dentro de la industria. "Necesitamos romper la percepción de que el mantenimiento es algo que se hace cuando todo falla. Es una disciplina técnica, con mucho valor añadido, que puede evitar millones en pérdidas si se hace bien", afirma Valera.
La empresa colabora con centros de formación profesional y escuelas técnicas para impulsar la formación de nuevos perfiles profesionales.
Asimismo, trabaja en la estandarización de procedimientos y la documentación de buenas prácticas para combatir otra de las problemáticas habituales: la dependencia de individuos clave. "Cuando se jubila un técnico, a menudo se lleva consigo todo el conocimiento de la planta. Esto es un riesgo organizativo."